21 oct 2013

Sesión 21-10-2013 o el tiempo entre mareas

A veces, el trabajo te da la oportunidad de tener baños extraños, y el de hoy lo ha sido. A las 2 de la tarde estaba entrando al agua junto con algunos "locos por el surf", ya que la previsión era bastante buena. Sin embargo, desde primera hora hemos tenido alerta por viento y en Bakio soplaba un fuerte viento del sureste que levantaba esa cortina de agua mientras corres detrás de la ola (si, esa que siempre te agujerea la cara). Como positivo, las olas eran largas, sobre todo a derechas, y daban la sensación de tubo.

Siguiendo las sesiones con reflexion que inauguré ayer, me surge la idea de que los baños cambian drásticamente dependiendo del punto de marea. Es verdad que los fondos, de todas nuestras playas, están destrozados porque no ha llegado ese swell que los haya regenerado, pero hoy, subiendo la marea, provocaba que las olas fuesen cambiantes en periodos de 15 minutos, en los que pasas de olas grandiosas a momentos de plato, todo como si fuese una montaña rusa marina.

Con esto, me doy cuenta de la importancia de escoger el punto de marea óptimo para que un buen baño acabe con ese baño de sonrisa en la cara hasta la próxima sesión.

Aquí os dejo el vídeo.

¡Nos vemos en el agua!

Sesión 20-10-2013 o como tener que marcharse cuando se pone mejor

Ayer era un buen día para intentar darse un buen baño, 25 grados a mediados de octubre, 3 estrellas en magicsweed y una ligera brisa del sur. Por razones que no vienen al caso, estaba entrando al agua a las 6 de la tarde y el comentario en Bakio era que estaba cerrón y corto, el baño bueno fue el de la mañana en marea baja. Desde fuera, la cosa parecía diferente y daban ganas de entrar.

En resumen, 3/4 de metro, 15 segundos de periodo y 3 nudos de viento SurEste. El resultado fue, una sesión desigual, y aquí es cuando viene la reflexión de hoy, ¿cómo es que siempre que las condiciones mejoran y estas empezando a tener suerte con los trucos, es cuando te tienes que marchar porque se hace de noche?

Para mi, esto es la ley de murphy, que sobre todo pasa en invierno. Poco a poco la luz se va marchando y empiezas a coger las olas por  "intuición", lo cual tiene su encanto, hasta que de hecho, no te queda más remedio que marcharte porque ya no ves ni siquiera la espuma. Seguro que esto os ha pasado mas de una vez.

¡Nos vemos en el agua!