Con una temeratura en el agua de 18º y en el ambiente de 27º me decidí a correr el riesgo de entrar con el traje de verano, ya que el de invierno aunque aun no sobra, considero que ha sido amortizado hasta el otoño que viene. Pero, aunque se puede estar con "poca ropa" en el agua, todo depende del tiempo que se decida estar a remojo y después de dos horas, se nota que aún no es el momento (por lo menos para mí).
La olas caían en torno al metro de altura con buena fuerza en la racha y con un periodo de 8 segundos. En algunos momentos algunas de estas olas me recordaban a mis buenos tiempos de Bakio, en donde las olas eran muy potentes. La pena de ayer era que se cerraban enseguida y no daban lugar a mucha imaginacion en los trucos.
Como siempre el vídeo explicativo.
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