Sesión del 6/12/2011

Después de la aventura kilométrica del día anterior, el día empezó igual, por lo que parecía que iba a acabar conmigo dando vueltas por Bizkaia, Cantabria y casi Asturias buscando una ola decente. Aitor y yo quedamos por la mañana en Bakio, pero las condiciones del agua eran excesivas, más de 2 metros desfasados, con mar picada y lloviendo, como se puede ver en la foto.

  

Así que decidí cambiar de ubicación y me dirigí a puertos más resguardados donde me podía asegurar unas mejores condiciones de olas. 

La playa de Ereaga, en Las Arenas, suele ser una buena opción cuando hay moretón, en especial la zona del puerto deportivo. Allí había un grupo de BB de entre 15-18 años y cada vez entraban más. Me dió vergüenza porque veía un nivel mejor que el mio, con lo que saque unas fotos.....................

.................................................................y decidí ir a otro lado.

Finalmente llegué a Arrigunaga, la otra playa de Getxo. Las condiciones climatológicas no eran muy buenas, a las 13:15, 14ºC en el ambiente, cielo cubierto (plomizo como decimos por aquí) y amenazando con lluvia. De hecho, caía un ligero sirimiri (agua fina que no cala pero jode un huevo cuando te das cuenta que estas empapado)

Las condiciones del mar no eran las más adecuadas pero el mono pudo conmigo y con el tiempo y decidí entrar. No sin mucho esfuerzos me cambie en el coche (podéis ver el reportaje del 5/11/2011 para recordar como se hace :P) y entré en el agua. Justo cuando entraba, salía un tipo con una tabla y al intercambiar impresiones, me dijo lo que ya sabia, en la zona de la izquierda caía algo pero había que pelearlo. Mientras entraba, 3 ingleses con cara de no haber cogido una ola en su vida, entraron en el agua y demostraron que se estaba mejor en un bar tomando una caña.
El agua estaba a unos muy decentes 16ºC pero la sensacion térmica era menor. Como no conocía la playa ni las corrientes, estuve cerca de 30 min hasta llegar a la zona en donde rompían las olas y todas ellas decidian romper encima mio. Entre el frío, el cansancio, el agua que estaba tragando, ... cogí un par de olas, por decir algo, y decidí sin más salirme del agua y esperar mejores condiciones. La semana iba a ser larga y no hacia falta prolongar mas la agonía.

Por cierto, no conseguí quitar el frío de los pies hasta el día siguiente